Los caballos son animales de gran tamaño, y por consiguiente tienen un gran peso, son activos y la mayoría de las veces están ejercitándose, sus extremidades son de suma importancia para brindar al equino estabilidad, soporte y agilidad, mantener los cascos de los caballos en optimas condiciones es muy importante, son una parte fundamental de la vida de estos animales.
La córnea del caballo crece un aproximado de un centímetro cada mes, cuando los caballos trabajan en pisos de madera o pavimento, mayormente son los caballos de desfiles, los cascos se van desgastando muy rápido y es necesario colocarles herrajes y que así se puedan prevenir lesiones mayores. Para colocar los herrajes en los caballos es necesario estudiar la superficie en la que el animal se va a desplazar, es importante conocer también el tiempo que estará expuesto a este terreno y el peso que tendrá que soportar. Para limpiar los cascos de los caballos se debe empezar por eliminar los restos de barro y sucio que puedan encontrarse. La ranilla es una de las zonas de más importancia al momento de limpiarse, teniendo en cuenta que es un sitio donde se pueden alojar piedras o cualquier objeto pequeño que se encuentre en las superficies donde camine el caballo, siempre antes de iniciar una limpieza se debe verificar si no hay cortadas o grietas en el casco, de igual forma hay que observar la humedad o resequedad que tenga el casco. Es importante estar atentos ante cualquier fetidez que se pueda percibir en el casco del caballo debido a que puede ser una señal de que existe una infección o de que se está iniciando una, en esos casos se debe consultar un médico veterinario que recomiende algún producto para paralizar y eliminar las infecciones. Sabemos que las herraduras se fijan a los cascos, es necesario que al final de cada limpieza o cuidado que se realice se verifique y se compruebe que están correctamente fijadas, si no queda en su sitio puede ser perjudicial para el animal. Para limpiar los cascos de los caballos se deben seguir ciertos pasos que son, en teoría, muy sencillos, al principio se debe alistar al animal aislándolo y calmándolo, asegurando que la cuerda con la que está atado no está ni muy corta para que no sienta pánico, ni muy larga para que no sienta la necesidad de pastorear. Empieza por un lado haciendo que el caballo se dé cuenta que tienes buenas intenciones, debes ir advirtiéndolo para que el sepa que tu intención es cuidar de sus cascos tocando gradualmente cada una de sus patas desde arriba hacia abajo, al momento de que el caballo se sienta cómodo y equilibrado levantará su pata inducido por el tacto que has estado realizando, sostenla firmemente. Luego de que el caballo acceda gentilmente a levantar su pata, procede a limpiar su casco, retira el material que no debe estar allí, limpia el casco cuidadosamente, examina que se observe un triangulo perfecto, si se visualizan bultos puede ser señales de problemas o inflamaciones debido a piedras al igual que si se observa unas leves caspas que se desprenden con el limpiador de cascos.
Observa la salud del casco, verifica que los seguros del herraje estén colocados perfectamente y si es necesario aplica algún ungüento para hidratar
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AutorPubli.C |